RESUMEN
La era del desarrollo sostenible, como su propio nombre
indica es una era de desarrollo en la que debemos mantener nuestros recursos
naturales para las próximas generaciones y lograr la igualdad en el mundo.
El libro trata muchos aspectos de la actualidad pero, principalmente la pobreza y la desigualdad. Los Objetivos del Desarrollo
Sostenible son la temática principal tras los Desarrollos del milenio que ya
han sido finalizados. Los ODS son 17 objetivos que se encomiendan todos los
estados pertenecientes a la ONU a cumplir, para lograr conseguir un mundo de
prosperidad económica, inclusión social y sostenibilidad ambiental.
Antes del desarrollo de los ODS, Sachs nos plantea en
el libro el mundo actual y la situación en la que se encuentra una parte del
mundo. Realiza en primer lugar un análisis del mundo desigual en el que nos
encontramos, reflejados en el coeficiente de Gini. Da explicación a esta
desigualdad en el acceso a la educación. Recalca en varias ocasiones la
necesidad de que todos los ciudadanos del país tengan acceso a ella y por tanto
derecho al conocimiento, que le otorgará mayor productividad, y a un trabajo
digno, que les aportará una renta. Pero es importante entender que la
generación de riqueza no significa necesariamente más igualdad y tampoco más
desigualdad, todo depende de la distribución que se haga de ella.
El segundo análisis que realiza se trata de la
explicación de la breve historia del desarrollo económico, donde principalmente
destaca el progreso tecnológico llevado a cabo desde la Revolución Industrial
iniciada en Inglaterra hasta hoy en día. Avance tecnológico que será
indispensable para las vías al desarrollo sostenible.
Uno de los capítulos más importantes es el del
planteamiento de la pregunta, ¿por qué unos países se desarrollan mientras
otros permanecen en la pobreza? En este caso se plantea el problema de la
pobreza extrema y el no desarrollo desde el punto de vista geográfico; países
sin acceso al mar, geografía desfavorable a una serie de tipos de cultivos,
clima propenso a una cierta enfermedad… Aclara que la geografía de un país no
tiene por qué guiarle necesariamente a la pobreza, es decir, no es
determinista, pero hacen falta medios para afrontarla. Aparte de la geografía,
nos encontramos con la denominada “maldición de los recursos naturales”, países
que con un elevado porcentaje de recursos naturales importantes se encuentran en
la pobreza. Por ello, otro de los problemas de los países pobres es la ausencia
de buena gobernanza, es decir, la presencia de corrupción. La corrupción genera
falta de confianza y grandes niveles de desigualdad.
El
primer ODS es la erradicación de la pobreza primer objetivo y el más
fundamental. La pobreza extrema, medida por un ingreso por persona inferior a
1,25 dólares de los Estados Unidos al día, es uno de los grandes problemas de
nuestra era; 836 millones de personas en el mundo viven por debajo de lo mínimo
para subsistir, sin poder cubrir sus necesidades básicas. Sachs se centra
principalmente en este ODS como el más importante y complejo.
En
segundo lugar, poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora
de la nutrición y promover la agricultura sostenible. La alimentación es uno de
los grandes problemas con los que nos podremos encontrar en el futuro. Con una
población mundial que avanza a paso de gigante y que se dispone a pasar los
9.000 millones en 2030, los recursos y los métodos de cultivo podrían llegar a
ser insuficientes. Sachs propone una `Segunda Revolución Verde´ como la
ocurrida en India, uno de los países más poblados, donde se logró salvar a la
población de la hambruna masiva en 1961 gracias a la Revolución Verde. Sin
embargo es importante que esta segunda revolución sea de manera sostenible y
respetuosa con el medio ambiente ya que los productos químicos utilizados en
algunos cultivos son altamente contaminantes.
En
tercer lugar, lograr el desarrollo dentro de los límites planetarios. Esto
significa que todos los países tienen derecho al desarrollo pero dentro de unos
límites estabilizados que contribuyen a la sostenibilidad ambiental. Dentro de
estos límites se encuentran la acidificación de los océanos, la integración de
la biodiversidad (unas de la que se encuentra en mayor peligro, sobretodo en
biodiversidad marina), el cambio climático, destrucción de la capa de ozono…
Para ello se necesitarán introducir cambios muy importantes tanto en la
producción de energía como en el consumo, cultivo de alimentos,
infraestructuras, etcétera.
En
el cuarto ODS se encuentra garantizar un aprendizaje efectivo para todos los
niños, niñas y jóvenes para su vida y sustento. La educación es uno de los
factores más importantes para el desarrollo de un país y para la igualdad. El
acceso a la educación o la alfabetización en algunos países es bastante
sorprendente. Todos tienen derecho a un trabajo digno y la inversión en
educación es igual a mayor productividad, competitividad y buena ciudadanía. Un
ejemplo claro son los países de Escandinavia, los países de mayor PIB, que
tienen una gran inversión en educación.
El
quinto objetivo se centra en alcanzar la igualdad de género, inclusión social y
derechos humanos para todos. Esto incluye temas básicos como la equidad, la
justicia y la movilidad social. La desigualdad de ingresos y riqueza supone un
gran problema incluso en países desarrollados.
En
sexto lugar, lograr la salud y bienestar en todas las edades. La ONU llama a
lograr la cobertura universal de salud en todas las etapas de la vida,
sobretodo en servicios primarios. La organización de un sistema sostenible y
adecuado puede lograr drásticamente la mortalidad infantil y materna y elevar
la esperanza de vida. La erradicación de muertes por algunas enfermedades que
tienen cura también es un gran objetivo, debido a que por culpa de costes
elevados algunos países no pueden cubrir su sistema de vacunas.
El
séptimo objetivo es empoderar a las ciudades inclusivas, productivas y resilientes.
Las ciudades deben lograr ser socialmente inclusivas, productivas y sostenibles
ambientalmente. En este aspecto Sachs resalta la aparición de algunas ciudades
resilientes actualmente, las cuáles se caracterizan por ser sostenibles
ambientalmente dentro de los límites planetarios. Uno de los ejemplos que
expone es el de Nueva York, ciudad que a pesar de su gran población dispone de
una serie de infraestructuras y medios de transporte sostenibles y una serie de
normas para su sostenibilidad. Al contrario se encuentra China, que cuenta con
16 ciudades dentro de las 20 más contaminantes.
Como
octavo ODS se plantea el objetivo de frenar el cambio climático inducido por el
hombre y garantizar energía sostenible para todos. Lo principal es disminuir la
emisión de gases de efecto invernadero, altamente contaminantes y nocivos para
el medio ambiente. Sachs expone un gráfico en el cuál se observa que las
emisiones de Co2 se han disparado desde la Revolución Industrial, siendo este
el punto de inflexión hasta llegar a la actualidad. Para lograr disminuirlo
hará falta una mayor rapidez en la transición a la energía baja en carbono. Las
energías renovables son muy productivas pero su financiación supone un problema
debido a su alto coste.
En
noveno lugar se encuentra garantizar servicios y biodiversidad del ecosistema,
así como una buena gestión de los recursos hídricos y otros recursos naturales.
La biodiversidad marina está en grave peligro debido a la acidificación de los
océanos por tanto se debe garantizar los sistemas resilientes y utilizar
recursos naturales como el agua de manera sostenible y trasparente con el firme
objetivo de conseguir la accesibilidad de agua potable para toda la población
mundial.
Como
último ODS y no menos importante, transformar la buena gobernanza del
desarrollo sostenible. Incluyendo principalmente la transparencia, la
responsabilidad, el fin de los paraísos fiscales y el más importante terminar
con la corrupción, uno de los grandes problemas en los países subdesarrollados.
Las normas internacionales deberán adaptarse a este régimen de los ODS.
El
planteamiento de todos estos ODS plantea el futuro de un mundo con una serie de
direcciones claras, medidas y concisas que lograran el fin de la trayectoria
BAU (Business as usual) y el comienzo de una nueva generación, la primera en
erradicar la pobreza extrema y la última en enfrentarse al cambio climático
como una amenaza existencial.
APORTACIONES DEL AUTOR
Jeffrey
trata en su libro las formas para poder desarrollar un país y el origen de su
pobreza. Defiende que la distribución de la pobreza ha tenido su causa en la
geografía. Problemas como el acceso al mar resultan vitales para el desarrollo
de un país aunque no siempre se cumpla, pero actualmente los países con mayor
índice de pobreza se encuentran en el centro de África, alejados del mar. Esto
se debe a la falta de una red de comunicaciones y transportes sostenible que
les comunique con los puertos y a la falta de conexión de algunos países con
los conjuntos haciéndose imposible el traslado de mercancía.
La
geografía también influye en aspectos como la salud y la alimentación, que son
vitales para la subsistencia. Geográficamente algunos países no reúnen las
condiciones necesarias para ciertos cultivos, o tienen desventajas por el
clima. Además, pueden sufrir enfermedades por el tipo de clima que se dan en
ciertos lugares como por ejemplo la malaria en África, que se lleva miles de
muertes al año y que al no haber suficiente dinero para las vacunas,
generalmente por la mala organización del gobierno y la corrupción, el país se
encuentra en una situación grave. Por ello también entra en juego la buena
gobernanza, la honestidad y la buena inversión de un gobierno de un estado
subdesarrollado que es fundamental. La confianza entre ciudadanos y gobierno
debe existir para lograr el desarrollo. De aquí se deducen problemas como los
de `la maldición de los recursos naturales´, países que por culpa de su mala
gobernanza no logran que el pueblo reciba partes de los beneficios de los
recursos. Sachs cree, por tanto, firmemente en la geografía, pero destaca que
no es determinista sino influyente. El problema de la geografía debe
solucionarse mediante una buena relación internacional entre todos los países
(sobre todo con los de acceso al mar) y un buen estudio en avances tecnológicos
sobre técnicas de cultivo y enfermedades que se puedan dar por el tipo de
clima, como por ejemplo la malaria.
En
el caso del problema del hambre propone el inicio de una “Segunda Revolución
Verde” como la iniciada en Estados Unidos y posteriormente expandida por todos
los países del mundo. Sachs cita el Ensayo
sobre el principio de la población de Thomas Malthus de 1798 para dar
explicación al problema de la seguridad alimentaria en un contexto de
crecimiento poblacional. A este crecimiento se le une los problemas en los
sistemas de producción agropecuaria sometidos bajo presión, en los que en torno
a 130 millones de kilómetros cuadrados de suelo de la Tierra están siendo
explotados. La solución a una producción alimentaria más sostenible pasa por la
creación de un sistema que alimente a la creciente población y a la vez reduzca
las tremendas presiones que los sistemas actuales imponen a los ecosistemas
básicos. Un sistema que mejore la capacidad de producción alimentaria, desarrolle
variedades de cultivo más nutritivos y utilice generalmente la ``agricultura de
precisión´´ que economiza el uso de agua, nitrógeno y otros factores de
producción.
Todo
ello relacionado en cuanto al desarrollo económico, en cuanto al cambio
climático destaca la importancia del segundo ODS; respetar los límites
planetarios. La emisión de gases de efecto invernadero es un grave problema y Sachs
critica la contaminación de China, país más convergente del mundo que a la vez
es el más contaminante. Como dije anteriormente, 16 de las 20 ciudades más
contaminantes se encuentran en China que afronta día a día problemas graves
como las neblinas que cubren ciudades enteras. Sin embargo, China ha entrado
dentro de varios tratados para mejorar su calidad de vida y sus niveles de
contaminación, que básicamente se deben a la quema de carbón.
Para
la corrección de estos problemas de contaminación Sachs propone una serie de
medidas como la fiscalidad correctiva con un “precio” al
elemento contaminante, sistema de permisos que limiten el volumen de actividad
contaminante, financiación pública para el I+D, el desarrollo de marcos
normativos… Medidas que frenen la contaminación princialmente de gases de
efecto invernadero, logrando así respetar ciertos límites planetarios como el
de la biodiversidad que actualmente se encuentra en grave peligro. Se ha
producido una gran pérdida de la biodiversidad marina debido a la acidificaión
de los océanos, producida por los gases de efecto invernadero y demás factores.
Sachs nos aporta en general en su libro una vía real y
efectiva hacia el desarrollo sostenible, explicándonos los peligros, los retos
y las oportunidades. Explicando los problemas del mundo actual tanto en materia
económica como social y medioambiental, aportando soluciones realistas de
afrontarlos para la nueva generación.
CONCLUSIONES
John
F. Kennedy observó en uno de sus discursos que "el hombre tiene en sus manos
mortales el poder de abolir todas las formas de pobreza humana y todas las
formas de vida humana". Nadie duda de que la humanidad es capaz de hacerlo
pero la pregunta es cómo.
Jeffrey
Sachs lleva durante muchos años luchando contra la pobreza y el problema de
desigualdad, en primer lugar con los Objetivos del Milenio y ahora con los
Objetivos del Desarrollo Sostenible. Sachs defiende los progresos que se han
ido cumpliendo pero que en mi opinión han sido insuficientes para todo el
esfuerzo y gasto invertido. En esta visión crítica se encuentra William Easterly,
donde en su libro “La carga del Hombre Blanco” critica agriamente todos los
esfuerzos de las organizaciones internacionales para erradicar la pobreza.
Las
organizaciones como la ONU han hecho todo lo que han creído eficaz para
erradicarla, pero ciertamente la realidad es que no se ha conseguido. Easterly
critica duramente planes generales como los Objetivos del Milenio y los
Objetivos del Desarrollo del Milenio. Sachs se equivoca en volver a proponer
una serie de objetivos, los ODS, prácticamente idénticos a los del Milenio.
Medio siglo después, no han dado resultado y pretender que si lo hagan en otros
50 años más resulta ilógico. Easterly defiende el desarrollo del país en
pobreza por sí mismo y sin ayudas externas, lo cual me parece lógico ya que el
desarrollo de un país debe ser iniciado por sí mismo, desde las bases. La
pobreza se erradica de abajo a arriba, viendo primero los problemas más
básicos. Sachs recoge en su libro a algunos países de los que él ha sido
participe en su desarrollo y nos explica la importancia de conocer todas las
conexiones de una economía en un país para conseguir su desarrollo. Sin embargo.
en los ODS expone ideas generales como técnicas agrícolas y fertilizar suelos,
mejorar la red de infraestructuras, lograr la seguridad alimentaria… Los
problemas de un país nacen de sus bases y cada país tiene un tipo de problema
en sus conexiones económicas. Por ello
Uno
de los problemas generalizados es la corrupción, que nace de la base de la
educación. La educación es en los países desarrollados uno de los factores más
importantes para el desarrollo y la igualdad, los países con más educación
resultan ser los menos corruptos. La educación puede dar también la
organización y los conocimientos para iniciar un desarrollo sostenible. La
denominada “trampa de la pobreza” es explicada por Sachs como un grave problema
en el que se encuentran sumergidos los países sin poder liberarse. La pobreza
genera corrupción y la corrupción genera pobreza. Easterly se opone a Sachs y a
las organizaciones internacionales denominando las ayudas internacionales a los
países pobres como ineficaces e incluso dañinas. Aparece en este debate una
figura intermedia, la de Collier, que recalca la necesidad de ayuda
internacional a los estados fallidos, principalmente los del África
Subsahariana. Éstos denominados estados fallidos necesitan de la ayuda exterior
ya que sin ella les sería bastante complicado salir de la denominada trampa de
la pobreza.
En
cuanto al tema de contaminación y cambio climático, Sachs critica a China por
su gran contaminación y destaca a la ciudad resiliente de Nueva York como un
ejemplo de ciudad sostenible. Es cierto, pero el problema de la contaminación
mundial no se ha iniciado con China. Se inició hace 200 años con la Revolución
Industrial y por tanto con la contaminación que ha provocado Occidente durante
más de 100 años. Se han dado grandes pasos en este tema pero ¿China no tiene
derecho a converger y convertirse en potencia mundial como lo hizo Estados
Unidos y Occidente? Es muy fácil pedirle a China bajar su contaminación y por
tanto perder desarrollo cuando ya eres un país de primera potencia totalmente desarrollado. Si conseguimos erradicar
la pobreza extrema nos encontraremos con países en camino a la convergencia y
por tanto el problema de la contaminación volvería a resurgir gravemente. Todos
los países deben tener derecho a la convergencia y al desarrollo siempre que
sea sostenible pero creo que es competencia de las primeras potencias encontrar
la solución al reto de convergencia y sostenibilidad.
BIBLIOGRAFÍA
La mayoría de la información ha sido sacada de páginas
web de periódicos con artículos de los autores o informaciones relevantes sobre
el tema a tratar y utilizadas para la conclusión. Como último enlace está una
entrada al blog de Globalhisco que me ha servido mucho para la comprensión de
las ideas del desarrollo sostenible.
AUTORÍA: Teresa Olmo Vegazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario